LIBRA
Libra es el signo del equinoccio de otoño, el cruce de la luz a la oscuridad en el que el día y la noche se igualan.
Libra reconoce la necesidad de colaborar para alcanzar el bien común, para sobrevivir frente a los rigores del invierno y de la vida. Sabe de la necesidad de cooperar y por eso busca al otro, a su pareja, su igual, su compañero, su socio.
La educación, el respeto, la imagen, la forma bella, son las bases de cualquier acuerdo, y Libra se orienta a extender su visión ética y estética del mundo. Su símbolo es el de una balanza sostenida por una doncella o un ángel que lleva los ojos vendados, señal de imparcialidad.
En otoño comienza el descanso de la naturaleza. Es la época de asociarse, reunirse o buscar pareja. De desarrollar la cultura, el arte y la belleza.
Libra busca con quien compartir lo que ha descubierto y aprendido, así como trabajos y necesidades de la realidad cotidiana.
Con Libra nos encontramos ante la necesidad de establecer las propias relaciones y compromisos. Los nuevos vínculos elegidos.
Regido por Venus, que se presenta en su cara más civilizada y elegante, nos recuerda que el amor y el respeto de uno mismo son las claves del verdadero amor al otro.
Libra representa justicia y equidad. La relación de equilibrio entre dos alternativas, una oposición de contrarios que se respetan, una asociación de complementarios, un pacto equitativo.
Aries, su signo opuesto, representa el brote creador y continuo de la vida, el impulso vital, la juventud, la iniciativa, la acción fundadora; mientras que Libra representa la madurez y el equilibrio de fuerzas. La sabiduría que se fragua en la experiencia común y que es el cimiento de la cultura, la educación y el arte.
En su aspecto negativo encontramos en Libra indecisión y despistes, desequilibrio y dudas. Dificultad para aceptar y asumir la soledad. Miedos y dependencia afectiva.
Libra es un signo cardinal de Aire, el aire que mece y amarillea los árboles en el otoño y que trae la lluvia.