Todas las tardes, desde que comenzó a retirarse la luz y a colarse el frío, crujen las sillas de anea, las patas de la mesa, las vigas del techo, las traviesas de la escalera. A las puertas les cuesta encajar en sus marcos, a los […]
El otro lado
Todas las tardes, desde que comenzó a retirarse la luz y a colarse el frío, crujen las sillas de anea, las patas de la mesa, las vigas del techo, las traviesas de la escalera. A las puertas les cuesta encajar en sus marcos, a los […]